lunes, 14 de abril de 2014

Olas de ira. Marea baja. Cae la tarde y el anochecer y rompen contra la costa y me sepultan, Ira cansada, empetrolada. Que trae cadáveres muertos de peces y medusas. Tentáculos babosos, baba que gotea una especie de bilis enrarecida. Hoy mi enojo está dirigido a cualquier parte. Es mejor decir adiós al día. El sol se pone en su ciclo infinito y a veces desearía que no salga. Pero siempre sale. Somos inmortales, por desgracia.

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