como un gato tratando
de no darle la espalda
a nadie.
Exponer la panza
a las caricias
mientras muerde la culpa
humillante
de echarse en el suelo
Una cosa es desnudarse
con la sangre subida a los genitales
y otra
que nos devuelvan el reflejo.
No debería, pero sí
da vergüenza
nuestro lado animal
ocupa los espacios
Y además de eso
somos sólo niños
mintiendo claramente.
Sonreímos
con piedad cómplice
y esperamos
lo mismo de los otros.
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